1. Una actitud cariñosa, sincera y empática.

La manera de tratar a los pacientes no lo es todo. Sin embargo, es importante encontrar a un médico en el que confíes y con quien te sientas cómoda.

Si estás buscando un buen médico, comienza por buscar un buen ser humano que se preocupe por la gente.

2. Un trato abierto y sensible.

Un buen doctor está dispuesto a escuchar y a tomarse el tiempo para contestar y responder a tus preguntas y preocupaciones.

Escuchar no sólo es un asunto de cortesía. Tú quieres que tu doctor diagnostique de manera correcta las enfermedades y para hacer eso tiene que escuchar cuidadosamente lo que le estás diciendo.

 

3. Conocimiento y la capacidad de compartirlo.

El conocimiento por sí mismo no es suficiente, por supuesto. Los buenos doctores están disponibles y dispuestos a comunicar el conocimiento en un lenguaje que puedas entender, no en la jerga médica.

Tu doctor y el de tus hijos deben ofrecer una amplia variedad de información, incluyendo consejos de nutrición, medidas preventivas para que tú y tu familia se puedan mantener saludables y actualizados sobre los últimos avances médicos.

4. Una buena reputación.

Es muy recomendable contar con buenas recomendaciones de tu doctor. Y éstas no sólo deben provenir de tu mejor amiga. La mayoría de la gente escoge a sus doctores porque amigos o familiares se los recomendaron. Eso está bien pero trata de consultar a varias personas para que tengas opciones y bases para comparar.

5. Tiene disponibilidad y lo puedes localizar fácilmente.

Un buen doctor tiene horas regulares de oficina e indicaciones claras y consistentes para obtener asesoría médica y ayuda durante las noches y fines de semana. Tu doctor —o un representante, si tu médico no está disponible—, debe responder a tus llamadas pronto.

Asegúrate de entender también las reglas que tiene en caso de que quieras cancelar una cita.

6. Respeta tu tiempo.

Pregunta cuánto tiempo, en promedio, tienen que esperar los pacientes para ser atendidos. Recuerda que tener a un doctor que respeta tu tiempo no significa que nunca tendrás que esperar.

En ocasiones tu médico tendrá urgencias o cirugías de emergencia y eso no significa que no le interese tu tiempo.

Dicho esto, aun en los días más ocupados, el personal de la oficina del doctor no debe ponerte en espera indefinida cuando les llamas. Además deben decirte cuánto tiempo tendrás que esperar para tu cita.

7. Credenciales y afiliaciones sólidas.

Incluso los peores doctores pueden tener diplomas elegantes y credenciales impresionantes, así que no bases tu decisión en eso solamente.

Un doctor puede ser el más brillante de la escuela más mala, o el estudiante más malo de la escuela más prestigiosa.

Primero que nada, todos los doctores para ejercer su profesión están obligados a obtener una licencia. Ésta se les otorga si cumplen con ciertos requisitos, los cuales pueden varían de un estado a otro.

La mayoría de los médicos están certificados por una junta médica. Esto no garantiza la capacidad del médico, pero es un importante sello de aprobación. A menos que tu doctor acabe de graduarse de la escuela de medicina y no haya realizado todavía los exámenes de certificación, no estar certificado por la junta médica es una señal de alerta de que algo no está bien.

Dra. Abril Rios Alatorre.

Ginecología y Obstetricia integral.

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