Las ideas y consejos erróneos sobre la lactancia entorpecen su desarrollo y pueden causar incluso que la madre destete a su hijo antes de tiempo; aquí la segunda parte de los mitos que tienen las personas sobre la lactancia materna.

«¿Cómo es posible que un nene que lleve una bicicleta sin llantitas de equilibrio aún esté mamando?»
¿Y qué tiene que ver la bici en todo esto? Yo francamente no le veo relación.

«Pareces una india por andar dándole pecho a tu bebé de 20 meses en la calle. Deja de darle chichi, porque te ves ridícula con ese bebé malcriado. (viniendo de un hombre que espera su primer hijo)»
¡Ay! A ese señor le queda bastante que aprender antes de que nazca su hijo. Creo que todos hemos dicho cosas absurdas antes de ser padres y luego «abrir los ojos»,  nos ha tocado comernos nuestras palabras.

«Le vas a agrandar el estómago a tu bebé por darle pecho a libre demanda.»
El estómago de los bebés es pequeñito, de hecho es aproximadamente del tamaño de su propio puño, está en constante crecimiento y la leche materna se digiere casi de inmediato. Resultado: El niño tiene que comer cada vez que lo necesita. Eso no le «agranda» el estómago, simplemente satisface sus necesidades, su estómago ya crecerá conforme crece el niño, de forma sana, siempre y cuando lo alimentemos adecuadamente.

«Apenas abre la boca, le encajas la teta. Si ni siquiera está llorando»
El llanto, es un signo tardío de hambre. Los bebés muchas veces nos demuestran hambre de formas más «amables» mucho antes de llegar al llanto, suelen chuparse los puñitos, ir buscando el pecho, o chupetearse los labios también. Si les ofrecemos el pecho anticipándonos, sin que hayan llorado, la toma es mucho más tranquila y placentera.

«Si le das el pecho tanto tiempo, acabará agarrando el vicio y será más difícil destetarlo después…»
Volvemos al tema del vicio, yo no creo que la naturaleza nos haya dotado de un mecanismo de supervivencia, del hambre, del reflejo de succión y de la madre que produce leche por vicio. Los niños se destetan cuando se hayan saciado, cuando hayan madurado lo suficiente y estén preparados para continuar sin acudir al pecho materno. Creo que es mucho más pacífico y respetuoso con las necesidades del niño, el dejarlo destetarse espontáneamente cuando él esté preparado para ello.

«Se debe dar leche materna hasta los 6 meses, porque después provoca problemas neurológicos, es esclavizante para la madre, la madre deja de ser mujer, impide la realización personal, favorece a que el niño no tenga un buen desempeño social y lo vuelve dependiente»
¿Problemas neuroqué…? ¿Pero de dónde ha sacado esa idea esta persona? A mí, francamente me parece más esclavizante lavar platos, o biberones, mamilas; que abrirme un botón de la camisa, o jalar un poco mi escote. Yo no me siento menos mujer por dar el pecho, al contrario, me siento plena, contenta de que mi cuerpo continúe alimentando a mi hijo luego de gestarlo. La lactancia materna en lo absoluto me ha impedido realizarme como persona, como profesionista, como mujer; considero que me ha aportado muchísimo, que me ha enseñado muchas cosas, y creo que la crianza en sí – si nos zambullimos en ella – es una tremenda oportunidad de autoconocimiento y crecimiento personal.

LACTANCIA PROLONGADA

La lactancia materna no vuelve dependientes a los niños, más bien los sacia de atención, cariño, mimos, apego seguro; lo cual una vez saciados, los vuelve más independientes. Por favor dejemos de esperar de los niños cosas y actitudes para las cuales aún no estén preparados. Cada etapa llega a su debido momento.

«Una mujer me dijo que no amamantó a su hijo porque como este nació en verano, y hacía tanto calor, se le secaron los pechos»
En verano, estemos embarazadas, lactando, o no, debemos mantener una buena hidratación. Dudo mucho, que esta mujer estuviera tan deshidratada como para que sus pechos no produjeran leche. Les pongo como ejemplo a las mujeres de África, quienes lamentablemente tienen severos problemas con la falta de agua, y sin embargo logran dar el pecho.

«La pediatra de mi hija, sin siquiera levantarse de la mesa para ver a la niña que apenas tenía 2 o 3 meses, me dice: «¿Sólo le das pecho? Esa niña necesita una ayuda, con 3 meses no puede tomar sólo pecho»
Uff, ¿Hace falta comentar algo aquí? Lo único que necesita un bebé menor de 6 meses de edad, es leche materna. Sin nada más: ni manzanilla, ni agua, ni zumos, ni una «ayudita» de fórmula, salvo casos puntuales en los que haya hipogalactia verdadera o un verdadero problema de salud. Si le agregamos más líquidos a los que ingiere con la leche solo logramos forzar el riñón del bebé menor de 6 meses.

«No tomes limonada, ni limones, ni naranja porque se corta la leche. Debe ser que hay una manguera que va directamente de mi garganta a mis senos»

«No salgas al aire o con la espalda descubierta porque se seca la leche»

«No comas frijoles porque al niño le dan cólicos»

«No camines descalza por casa que tu leche se enfría»

«Después de 18 meses de feliz lactancia me continúan preguntando si todavía produzco leche»

«Para tener una buena producción de leche debes tomar cerveza, además te la deben frotar en la espalda.»

«¿Tienes buena leche?

Mientras el niño mame (en buena posición y a demanda), la mamá producirá leche. Así de simple.
La leche materna no es buena ni mala, no tiene ventajas ni desventajas, simplemente es el alimento para nuestra especie, no se corta y no se seca,no se cuaja. Todo lo demás estará siempre por debajo, porque la leche materna es el rasero con el que medir cualquier otra opción.

Para producir leche es suficiente alimentarte bien y tomar agua y nada más, ni atoles, ni brebajes; el efecto galactógogo ( que estimule una mayor producción de leche) de la cerveza tampoco está comprobado.

«A mí me dijo un médico que con 25 meses, ya sólo le estaba proporcionando agua, que él era partidario de la lactancia materna, sí, pero hasta los 6 meses.»

¿Tiene sentido? Aquí aconsejo releer el apartado al comienzo, en donde explicamos que la leche materna en niños «mayorcitos» se asemeja más a la mantequilla que al agua. Es una pena que el 95% de los profesionales de salud ignoren de qué se trata la lactancia materna.

«Darle teta a un niño ‘grandecito’ provoca homosexualidad»

¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra? No hay ninguna relación y me parece una afirmación completamente absurda.

«Dos neonatólogas, dieron una charla de 1 hora cada una con absurdos datos ‘científicamente comprobados’ diciéndo que la leche que producía una mujer que amamanta en tándem (a dos hijos de diferente edad) era perjudicial para un bebé recién nacido por estar adaptado para el hijo de 18 meses o más, que no iba a producir calostro y que el mayor iba a pasarle todos sus gérmenes a la pequeña.»

En primer lugar creo que hay que respetar la magia y la intimidad de una mujer recién parida en lugar de atosigarla con un sermón de este estilo. Los primeros minutos – y las primeras horas también – son cruciales para el éxito de la lactancia materna, así que lo recomendable es fomentar y respetar la intimidad del dúo mamá-bebé.

Por otra parte, la lactancia en tándem ofrece múltiples beneficios, y el cuerpo de la madre es tan sabio, que comienza a formar calostro al final del embarazo – cosa que puede desagradar o no al hermano mayor, provocando o no su destete. Tras nacer, la succión más fuerte que ejerce el hermano mayor estimula más el pecho de la madre, por lo cual suele haber más que suficiente producción de leche para ambos.

TANDEM

«Mi hijo ya tiene casi 5 años, lo último que me han dicho respecto a la lactancia es: ‘¿No te das cuenta de que un niño que mama tanto de mayor puede ser un viejo verde y un obsesionado por las tetas?’¡Qué retorcido por Dios!»

Sí que lo es, bastante retorcido a mi parecer también que alguien tenga una imagen visual de un depravado sexual cuando ve a una mamá amamantar a su bebé.

Respecto a una foto que circuló en las redes sociales de una mujer amamantando a sus hijas de 7 y 2 años: «Le esta robando lo bueno a la chiquita que ya también está grandecita para darle pecho. Son viejas que no quieren que sus hijos crezcan, los quieren pegados a ellas. Que horror! Futura suegra INSOPORTABLE de seguro!!!»

Cuando un niño no es amamantado, no crea vínculos afectivos seguros con su madre; el niño se cría incapaz de confiar en la estabilidad, la seguridad, la igualdad y la independencia en el mundo propio, entonces se cría desconfiando de sus propios sentimientos, percepciones y valor.

Cuando uno se cría como un ser rechazado por la madre, todas las madres que hacen lo contrario que la nuestra nos crea dolor inconsciente y rechazo; uno no ha aprendido las habilidades necesarias para llevar una vida satisfactoria; existe una necesidad crónica de gustar, una incapacidad para identificar sentimientos, necesidades, deseos y una necesidad de validación constante. Este grupo de personas tienen muchas dificultades para ser asertivos y privadamente sienten una especie de rabia penetrante, la cual tienen miedo que saliera a la superficie. Se sienten, por lo general, muy enojados, pero muy fácil de derrotar. Sus relaciones interpersonales se caracterizan por falta de confianza y sospecha al borde de la paranoia, intercambiados -a veces- con episodios desastrosos de una apertura y confianza total y falta de juicio. Se sienten crónicamente insatisfechos, pero estaban llenos de miedos de ser percibidos como caprichosos o quejumbrosos, si expresaban sus verdaderos sentimientos.

¡Que pena que una mujer piense así de una imagen de lactancia a término! Lamento su vida llena de sentimientos de rechazo, seguramente  no la amamantaron.

 

 

«No le des pecho de noche, déjalo llorar un par de días para que puedas dormir bien»

Con toda sinceridad, este es un consejo netamente cruel – además de conductista – y que no toma en cuenta en lo absoluto las necesidades del bebé (y de la madre, porque todo hay que decirlo). Dejar llorar a un niño no es nunca una solución. El conductismo, métodos para adiestrar o «enseñar», como algunos insisten en llamarle, a dormir a los niños son un maltrato, así de simple. En primer lugar no le estamos enseñando a dormir, porque eso no hace falta que lo aprendan, ya dormían durante su vida intrauterina. En segundo lugar, lo que aprende el niño es que haga lo que haga, mamá no va a satisfacer sus necesidades – y por mecanismo de supervivencia, deja de llamar y de pedir. Todas las horas que pasa llorando para llegar a eso, a rendirse, a perder las esperanzas, causan daños en el niño. Numerosos estudios documentan el papel del cortisol – segregado en situaciones de estrés – en el cerebro en pleno desarrollo.Tarde o temprano el bebé deja de llorar porque siente que ha sido abandonado y que debe guardar fuerzas para no morir. Y como yo le contesté al que era el pediatra de mi hijo «¿QUIÉN LE DIJO QUE YO QUERÍA DORMIR 8 HORAS DE CORRIDO?»

Por otra parte, una madre que deja llorar a su hijo, quedará destrozada internamente, porque estará actuando en contra de aquello para lo cual está genéticamente programada: atender a su cría, y cuidarla. Probablemente quedará con sentimientos de culpa, estrés, y más sentimientos que contrario a favorecer el «buen dormir» y el descanso, lo dificultan.

Además de todo esto, la lactancia materna nocturna tiene su razón de ser y pueden leer más al respecto aquí. Si lo que desean es un verdadero descanso tanto de mamá como del bebé – un descanso respetuoso, que no perjudique a nadie, un sueño pacífico y tierno, lo más recomendable y lo más práctico y cómodo es meter al pequeño a dormir en la cama de los padres.

«El pediatra les recomendó dejar de comer tantos alimentos durante la lactancia, porque supuestamente causarían daño al bebé que mi hermana dejó de dar el pecho para poder comer con normalidad»

Lo he dicho siempre: hay que cuidarse toda la vida, y más aún durante el embarazo y la lactancia materna. Eso no quiere decir que no podamos comer nada, ni que tengamos que prohibirnos ciertos alimentos. Implica, estar atentos a nuestros cuerpos (en todas las etapas de la vida), y ahora que somos mamás, al cuerpo de nuestros hijos también. Si un día comí algo y vi que mi bebé rechazaba la leche, está demostrado que hay alimentos que CAMBIAN EL SABOR DE LA LECHE, como el ajo, la cebolla, los espárragos; pues puedo evitar ese alimento a ver si no se presenta de nuevo.

Busca asesoría profesional. La lactancia materna es alimento, consuelo, cariño y está demostrado que tus hijos serán más inteligentes, más independientes y con mejor salud mental.

Dra. Abril Rios Alatorre.

Ginecología y Obstetricia Integral.

Activista Liga Internacional De la Leche.

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