El proceso de gestación requiere cambios importantes en el cuerpo de la mamá, le exige mayor consumo de energía y el sistema inmunológico no responde de manera habitual. A todo esto agrégale las náuseas, el dolor de cabeza ocasional, el dolor de espalda por los cambios en la postura y el peso de la barriga.

Si bien son inevitables; tenemos a la mano actividades y puntos clave para que esto no sea un martirio, desde la dieta correcta, ejercicios básicos y actividades que pueden cambiar tu vida para bien.

Tu cuerpo empezara a cambiar porque en tu interior llevaras a un ser maravilloso a quien amaras toda la vida.

La dieta es fundamental durante el embarazo, con esto no quiero decir que tengas que ponerte a régimen alimenticio, si no, que cuides lo que comes y las cantidades. Es esperado que durante los primeros meses te sientas sin mucho apetito y con náuseas, particularmente durante las mañanas. Al avanzar el embarazo te sentirás hambrienta la mayor parte del tiempo.

Aquí es importante romper el primer mito: » Debes comer por dos»

Esto es falso, el bebé requiere de nutrientes para poder formarse y luego para crecer, así como energía para moverse. Esto lo adquiere de ti, vía la placenta, por donde le pasas sangre con oxigeno, nutrientes, calorías, algunas hormonas.

Requieres una dieta balanceada que incluya alimentos de todos los grupos. Además tu ginecológ@, te sugerirá un complemento alimenticio rico en ácido fólico.

Necesitas beber mínimo 2 litros de agua natural al día, si puedes tomar más, mucho mejor. Evita todos los refrescos, incluso los bajos en calorías ya que aumenta la sensación de tener hambre. El hábito de beber una buena cantidad de agua te evitará infecciones en las vías urinarias, ayuda a tolerar el calor manteniendo una óptima temperatura corporal, mejora la hidratación y elasticidad de la piel coadyuvando a evitar estrías.

Aquí aplica el siguiente mito: «Si te rascas te salen estrías».

La aparición de estrías tiene un componente  genético, no importa lo que hagas, te untes o comas; si en tu mapa genético está el patrón estrías las tendrás; sin embargo el tener una piel bien hidratada y elástica te ayudará a que sean menos o que no sean tan visibles. Si sientes comezón en la piel de la barriga es porque se está estirando la piel y un síntoma de que la piel está reseca. Toma suficiente agua y aplícate aceite de almendras dulces en la mañana y por la noche, lo más importante es que te des un masaje suave para absorber los nutrientes, no olvides la zona de las mamas, los pezones y las caderas y muslos.

Ahora platiquemos de ese molesto dolor de espalda que va apareciendo de forma gradual, hasta que llega el día en que no puedes estar sentada, ni parada, ni acostada… Esto es debido a que en condiciones normales la columna lumbar tiene una curvatura llamada lordosis y debe existir. Lo que ocurre durante el embarazo es que esta curva se acentúa, fenómeno conocido como hiperlordosis lumbar.

Bien, para evitar que el dolor aparezca más temprano y sea más tolerable lo más recomendable es lo siguiente:

1. Usa zapatos adecuados. Evita los llamados «flats», este tipo de calzado afecta la anatomía y los ejes de carga de la columna y las articulaciones de la pelvis con las extremidades inferiores. El calzado ideal para la mujer embarazada debe ser cerrado, cómodo, con suela antiderrapante y con un tacón de aproximadamente 2.5 cm, máximo 4 cm. Un tacón más alto te expone a caídas y torceduras. La forma de medir el tacón de tu zapato consiste en meter el dedo indice dentro del talón del zapato en cuestión y colocar el dedo indice de la otra mano en la parte de abajo del tacón. El espacio que queda entre tus dos dedos es la medida del tacón.
2. Sabemos que durante el embarazo los pies se hinchan, así que es lógico que optemos por usar sandalias. Este tipo de calzado aumentará el edema y el dolor de espalda. Debemos evitarlas en lo posible.
3. Duerme de lado con una almohada entre las piernas.
4. Si el dolor molesta mucho y está asociado con el peso de la barriga; es recomendable que uses una faja de maternidad. Las encontrarás de formas y preciosos muy variables.

Si quieres algo más vanguardista, muy efectivo y amigable con el embarazo, entonces te recomiendo que acudas con un experto en movimientos, músculos y en una técnica terapéutica llamada Kinesiotape. Es importante que acudas con alguien calificado, que cuente con un aval profesional de que sabe lo que hace  y como lo hace.

Te recomiendo al Dr. Joel Pacheco Haro, es un reconocido Ortopedista, que maneja a la perfección la técnica y que está muy familiarizado con los problemas que tienen las mujeres embarazadas.

Tu embarazo no es el momento de tratar de perder peso ni de empezar a practicar ejercicios vigorosos, pero si hasta ahora todo ha ido bien y no tienes un embarazo de alto riesgo, puedes empezar un régimen de ejercicios físicos leves o moderados.

Caminar: Es la mejor actividad para las mamás embarazadas porque es segura, fácil de practicar y te proporciona beneficios cardiovasculares, o sea, es perfecta incluso si no hacías nada de ejercicio antes del embarazo.

Natación: Es una excelente actividad porque permite trabajar todo el cuerpo, pero pone poca presión sobre las articulaciones. Además, tiene la ventaja de que en el agua flotas y te sientes ligera, lo cual alivia temporalmente la incomodidad provocada por la barriga.

Yoga prenatal y estiramiento: Estas dos actividades alivian la tensión y ayudan a mantener el cuerpo flexible y fuerte.

Las actividades que se recomienda evitar:

Deportes de alto riesgo, como el buceo, y actividades durante las cuales te puedes caer y lastimar, como montar a caballo, esquiar cuesta abajo, hacer snowboarding, y practicar esquí acuático, no son aconsejables durante el embarazo.
Otros tipos de ejercicio, como montar en bicicleta, deben hacerse con precaución o incluso posponerse hasta después del nacimiento del bebé. Aunque muchos ciclistas digan lo contrario, algunos expertos aseguran que montar en bicicleta durante el segundo y el tercer trimestre es peligroso porque puedes perder el equilibrio y caerte con mayor facilidad.
Aunque no es recomendable empezar a correr durante el embarazo, está bien hacerlo si ya practicabas jogging antes de quedar embarazada.
Después del primer trimestre (después de la semana 12) evita hacer ejercicios abdominales u otros ejercicios que se hagan acostada de espaldas, ya que éstos podrían provocar mareos y reducir el riego sanguíneo hacia el útero.
Los ejercicios con pesas y otros que exijan que estés de pie por largo rato sin moverte, también podrían reducir la cantidad de sangre que llega al útero. Para evitar que esto ocurra, mantente en movimiento cambiando frecuentemente de posición o simplemente moviendo las piernas, por supuesto evita los pesos extremos.

Es de vital importancia que acudas de manera periódica y regular con tu Ginecólog@, de esta manera estarán vigilados tú y tu bebé. Lo mínimo que debe hacer el médico es verificar la posición del bebé, cuanto a crecido y escuchar sus latidos cardíacos.  A ti, pesarte, tomarte la presión arterial y por supuesto preguntarte cómo te sientes y si puede hacer algo para mejorarte.

Hay más recomendaciones, mitos y estrategias al rededor del embarazo.

Si tienes dudas, contáctanos. Estaremos en la mejor disposición de ayudarte.

Dra. Abril Rios Alatorre.