Al nacer, los niños y niñas no sólo necesitan una buena atención médica, sino que también requieren del afecto y contacto necesario con su madre desde el primer momento. En simples palabras, la importancia del apego radica en cuánto amor recibe el bebé durante sus primeros dos años de vida, tiempo en que se desarrolla su seguridad emocional.

La lactancia materna es un lazo que une y fortalece el vínculo madre e hijo, pero además beneficia el desarrollo cerebral de los bebés.

No cabe duda: la lactancia materna es lo mejor para el bebé, tanto desde el punto de vista nutricional como emocional. Cuanto más se investiga sobre la leche materna, más beneficios se descubren. En este caso, en relación a la supervivencia de la especie, ya que según un estudio elaborado por la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, la lactancia materna favorece la futura fertilidad de los bebés varones.

lLos bebés que son alimentados con leche materna ven aumentada su virilidad y fertilidad en la edad adulta, contrarrestando el efecto perjudicial de la exposición de la madre durante el embarazo a compuestos tóxicos derivados de los plásticos que actúan como alteradores o disruptores hormonales.

Los investigadores estudiaron a más de 300 parejas murcianas y sus respectivos bebés durante 2 años y encontraron que los bebés varones amamantados con pecho tenían una mayor distancia anogenital (DAG),  decir (entre el ano y los genitales), que aquellos alimentados con fórmula «láctea».

La distancia anogenital está relacionada con una mayor virilidad en la etapa de la adolescencia y la adultez.

A una mayor distancia anogenital, mayor calidad del semen, más espermatozoides y por ende, más capacidad reproductora.

La distancia anogenital es una medida antropométrica que se establece en la vida intrauterina y durante los primeros meses de vida influenciada por la exposición a andrógenos. Si la madre ha estado expuesta en el embarazo a ftalatos derivados de cosméticos o plásticos, que actúan como disruptores hormonales, estos modifican hormonalmente al bebé, acortando de forma significativa la DAG, especialmente en varones.

En los primeros meses de vida hay una ventana de oportunidad que influye de manera decisiva en el desarrollo de la capacidad sexual y reproductora del bebé, un tiempo crítico de tres a seis meses en los que la lactancia materna contribuye de manera significativa a contrarrestar los efectos negativos de la exposición a tóxicos durante la etapa prenatal.

Estudios como este refuerzan la importancia del papel de la lactancia materna para la sociedad, ya que además de los numerosos beneficios que conocemos, potencia además la capacidad fértil de las actuales generaciones de niños.

Un motivo más para amamantar.

Dra. Abril Rios Alatorre.

Ginecología y Obtetricia Integral.

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