Octubre, mes para empoderar la lucha contra el cáncer de mama y el 19 de Octubre es el día internacional del cáncer de mama.

El cáncer de mama es un tumor maligno que se de desarrolla en las células de las glándulas mamarias, es el más frecuente de los tipos de cáncer en mujeres, tanto en los países desarrollados, como en los que estamos en vías de desarrollo.

Mucho más frecuente en mujeres de raza blanca y más agresivo en las de raza afroamericana.

De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), cada 30 segundos en alguna parte del mundo fallece una mujer por cáncer de mama.

Pese a que no existen cifras exactas, se estima que en México, 13 mujeres pierden la vida a causa de esta enfermedad diariamente.

Hace unos años se pensaba que el cáncer de mama se presentaba en mujeres mayores de 45 años, por eso la importancia de realizarte una mastografía al año a partir de los 40 años; ya que se considera que un tumor maligno de mama tarda 10 años en crecer un centimetro.

Varias mujeres famosas han padecido y algunas han sobrevivido a esta enfermedad: Barbara Mori, Alejandra Guzmán, Adamari López, Daniela Romo, Angelica María y recientemente Bimba Bosé.
Y las que no lograron sobrevivir: Soraya, Rocio Durcal, Nina Simone…

¿Qué sucede con nosotras, las anónimas?
Hoy día el cáncer de mama nos está matando a las mujeres menores de 35 años, los estudios a nivel molecular aún no definen los factores que influyen para que una mujer menor de 30 años desarrolle esta terrible enfermedad.

Existen situaciones que nos ponen en mayor o menor riesgo de padecer cáncer de mama.
Factores de riesgo que no podemos cambiar
Incidencia según el sexo
El simple hecho de ser mujer es el principal riesgo de padecer cáncer de mama. Los hombres pueden padecer cáncer de mama, pero esta enfermedad es aproximadamente 100 veces más común entre las mujeres que en los hombres. Esto probablemente se debe a que los hombres tienen menos de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona, lo que puede promover el crecimiento de células cancerosas de mama.

Envejecimiento
Su riesgo de padecer cáncer de mama se incrementa conforme tu edad aumenta. Aproximadamente uno de ocho cánceres de mama se detecta en mujeres menores de 45 años de edad, mientras que aproximadamente dos de tres cánceres invasivos de la mama se encuentran en mujeres de 55 años o más.

Factores de riesgo genéticos
Se cree que alrededor del 5 al 10 por ciento de los casos de cáncer de mama son hereditarios, lo que significa que se originan directamente de defectos genéticos (llamados mutaciones) heredados de uno de los padres.

Los cánceres de mama asociados a estas mutaciones se presentan con más frecuencia en mujeres más jóvenes y con más frecuencia afectan a ambas mamas en comparación con cánceres no asociados a estas mutaciones. Las mujeres con estas mutaciones hereditarias también tienen un riesgo aumentado de padecer otros tipos de cánceres, particularmente cáncer de ovario.

Antecedentes familiares de cáncer de mama
El riesgo de cáncer de mama es mayor entre las mujeres cuyos familiares directos (consanguíneos) tienen esta enfermedad.

Si un familiar de primer grado (madre, hermana o hija) padece cáncer de mama, el riesgo de la mujer casi se duplica. El riesgo aumenta aproximadamente tres veces, si dos familiares de primer grado padecen la enfermedad.

Se desconoce el riesgo exacto, aunque se sabe que las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama en el padre o un hermano también tienen un riesgo aumentado de padecer esta enfermedad. En total, alrededor del 15 por ciento de las mujeres con cáncer de mama tiene un familiar con esta enfermedad. Esto significa que la mayoría (más de 85 por ciento) de las mujeres que padecen cáncer de mama no tienen antecedentes familiares de esta enfermedad.

Antecedentes personales de cáncer de mama
Una mujer con cáncer en una mama tiene un riesgo de tres a cuatro veces mayor de padecer un nuevo cáncer en la otra mama o en otra parte de la misma mama. Esto es diferente a la recurrencia (regreso) del primer cáncer.

Raza y origen étnico
En general, las mujeres de raza blanca tienen una probabilidad ligeramente mayor de padecer cáncer de mama que las mujeres de raza afroamericana , aunque éstas últimas tienen una mayor probabilidad de morir de este cáncer. Sin embargo, en las mujeres menores de 45 años de edad, el cáncer de mama es más común en las mujeres de raza afroamericana. Las mujeres asiáticas, hispanas e indias americanas tienen un menor riesgo de padecer y morir de cáncer de mama.

Tejido mamario denso
Las glándulas mamarias están formadas por tejido adiposo, tejido fibroso y tejido glandular. Se dice que una mujer tiene el tejido mamario denso (como se observa en una mamografía ) cuando tiene más tejido glandular y fibroso y menos tejido adiposo. Las mujeres con mamas densas tienen un mayor riesgo de cáncer de mama que las mujeres con mamas menos densas. Desafortunadamente, el tejido mamario denso también puede causar que las mamografía sean menos precisas.

Un número de factores puede afectar la densidad de las mamas, tal como la edad, la condición menopáusica, el uso de medicamentos (tal como terapia hormonal en la menopausia), embarazo y genética.

Algunas afecciones benignas de la mama
Las mujeres diagnosticadas con ciertas afecciones benignas podrían tener un riesgo aumentado de cáncer de mama. Algunas de estas afecciones están más asociadas al riesgo de cáncer de mama que otras. Los doctores a menudo dividen las afecciones benignas del seno en tres grupos generales, dependiendo de cómo ellas afectan este riesgo.

Períodos menstruales
Las mujeres que han tenido más ciclos menstruales debido a que comenzaron a menstruar temprano (antes de los 12 años) y/o que experimentaron tarde la menopausia (después de los 55 años) tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de mama. Este aumento en el riesgo pudiera deberse a una exposición más prolongada a las hormonas estrógeno y progesterona durante la vida.

Factores relacionados con el estilo de vida y el riesgo de cáncer de mama
Tener hijos
Las mujeres que no han tenido hijos o que tuvieron su primer hijo después de los 30 años tienen un riesgo de cáncer de mama ligeramente mayor. Los embarazos múltiples y quedar embarazada cuando la mujer es joven reducen el riesgo del cáncer de mama. El embarazo reduce el número total de ciclos menstruales en la vida de una mujer, lo cual puede que sea una razón de este efecto.

Control de la natalidad
Píldoras anticonceptivas: los estudios han reportado que las mujeres que usan anticonceptivos orales tienen un riesgo ligeramente mayor de tener cáncer de mama que aquellas mujeres que nunca los han usado. El riesgo parece bajar a lo normal con el paso del tiempo una vez se dejan de tomar las pastillas anticonceptivas. Las mujeres que dejaron de usar los anticonceptivos orales hace más de 10 años no parecen tener aumento del riesgo de padecer cáncer de seno. Al considerar el uso de anticonceptivos orales, las mujeres deben examinar sus otros factores de riesgo de cáncer de mama con los especialistas de la salud que las atienden.

El acetato de medroxiprogesterona de depósito (DMPA; Depo-Provera) es una forma inyectable de progesterona que se administra una vez cada 3 meses como método anticonceptivo. Unos pocos estudios han estudiado el efecto del DMPA sobre el riesgo de cáncer de mama. Las mujeres que actualmente usan el DMPA parecen tener un aumento en el riesgo, pero el riesgo no parece haber aumentado si este medicamento se usó hace más de 5 años. Muchas mujeres, sobre todo adolescentes, deciden usar este método porque es fácil sin pensar en el riesgo que conlleva.

Lactancia
Algunos estudios sugieren que la lactancia podría disminuir ligeramente el riesgo de cáncer de mama, especialmente si se prolonga por 1½ a 2 años. No obstante, ésta ha sido un área muy difícil de estudiar, especialmente en países como Estados Unidos, donde la lactancia por un periodo tan prolongado como éste no es común.

Una explicación para este posible efecto puede ser que la lactancia reduce el número total de ciclos menstruales en la vida de una mujer (similar a comenzar los periodos menstruales a una edad mayor o experimentar la menopausia temprano).

Consumo de bebidas alcohólicas
El consumo de bebidas alcohólicas está claramente asociado con un aumento en el riesgo de padecer cáncer de mama. El riesgo aumenta con la cantidad de alcohol consumido. En comparación con las mujeres que no ingieren alcohol, las que consumen una bebida alcohólica diaria tienen un aumento muy ligero en el riesgo. Aquéllas que toman de dos a cinco bebidas al día tienen alrededor de 1 ½ veces más riesgo que las mujeres que no toman alcohol. Se sabe también que el consumo excesivo de bebidas que contienen alcohol incrementa el riesgo de desarrollar otros varios tipos de cáncer.

Sobrepeso u obesidad
El sobrepeso o la obesidad después de la menopausia aumentan el riesgo de cáncer de mama. Antes de la menopausia, tus ovarios producen la mayor cantidad de estrógeno, y el tejido adiposo produce una pequeña cantidad de estrógeno. Por otro lado, después de la menopausia (cuando los ovarios dejan de producir estrógeno), la mayor parte del estrógeno de una mujer proviene del tejido adiposo. Un exceso de tejido adiposo después de la menopausia puede aumentar su probabilidad de padecer cáncer de mama al aumentar los niveles de estrógeno. Además, las mujeres que tienen sobrepeso tienden a presentar niveles de insulina en la sangre más elevados. Los niveles de insulina más elevados también están asociados a algunos tipos de cánceres, incluyendo el cáncer de mama.

Pero la relación entre el peso y el riesgo de cáncer de mama es compleja. Por ejemplo, el riesgo parece aumentar en las mujeres que suben de peso en su vida adulta, pero es posible que no aumente en aquellas mujeres que han tenido exceso de peso desde la infancia. Además, un exceso de grasa en el área de la cintura afecta el riesgo más que la misma cantidad de grasa en las caderas y en los muslos. Los investigadores creen que las células grasas de varias partes del cuerpo tienen diferencias sutiles que pueden explicar esta observación.

Actividad física
La evidencia que indica que la actividad física en forma de ejercicio reduce el riesgo de cáncer de mama está aumentando. La pregunta principal es determinar cuánto ejercicio es necesario. En un estudio de la «Women’s Health Initiative», caminar a paso ligero tan poco como 1.25 a 2.5 horas por semana redujo a 18% el riesgo de una mujer. Con diez horas de caminata a la semana se redujo el riesgo aún un poco más.

Terapia hormonal después de la menopausia
Aunque la terapia de estrógeno no parece aumentar el riesgo de cáncer de mama, sí aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos y ataque al cerebro.

La decisión de usar la terapia hormonal después de la menopausia debe tomarla la mujer y su médico después de analizar los posibles riesgos y beneficios, según la gravedad de los síntomas de la menopausia y los factores de riesgo para enfermedad cardiaca, cáncer de seno y osteoporosis. Si una mujer y su médico deciden usar hormonas para tratar los síntomas menopáusicos, por lo general es mejor usar la menor dosis que controle los síntomas y por el tiempo más breve posible.

Prevenir el cáncer de mama:

Visitas periódicas al ginecólogo, mamografías anuales y el autoexamen mamario constituyen las 3 medidas eficaces y necesarias para prevenir el cáncer de mama.

Cuando el cáncer de mama se detecta de manera precoz, las posibilidades de curación son muy elevadas.

Importancia de la Exploración Mamaria

¿Qué es la Exploración Mamaria?

Aunque parezca algo sencillo, es un estudio muy importante, ya que por medio de la palpación manual de los senos, utilizando las puntas de los dedos, se llega a detectar alteraciones de la glándula mamaria. Lo que se pretende con esta exploración es que conozcas tus senos tanto que puedas descubrir cualquier anormalidad y reportarla al médico, antes de que sea demasiado tarde.

¿Cuándo debe ser realizada?

Lo ideal es que sea realizada por el médico cada 6 meses y por la misma mujer cada mes, aproximadamente 3 días después de que termine la menstruación, que es generalmente el tiempo cuando hay menos molestias en la mama. Si estás embarazada o ya estás en la menopausia, y por tanto no tienes menstruación, debes escoger una fecha y efectuar el examen el mismo día cada mes.

Debemos autoexplorarnos los senos desde la primera menstruación.

A pesar de los grandes avances dentro de la medicina en general, aún no hay una cura única y definitiva contra el cáncer. Esto se debe al gran número de posibilidades y de causas por las cuales el cáncer se manifiesta en nuestro cuerpo físico y al simple hecho de que somos seres únicos e individuales y nuestros cuerpos reaccionan de manera diferente.

Es una realidad que el recibir un diagnóstico de cáncer es uno de los momentos más difíciles en la vida de cualquier persona. Afortunadamente, en la actualidad el recibir ese diagnóstico ya no significa recibir una sentencia de muerte como pudo haber sido tiempo atrás, ahora significa “comenzar una fuerte batalla por restablecer la salud”.

Toma conciencia, es por ti.

Si requieres más información ponte en contacto con nosotros.

Dra. Abril Rios Alatorre.
ginecologaguadalajara@gmail.com

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